lunes, 29 de marzo de 2010

L' ALQUERIA DE LA TRANCA

Interior/Día. En una dependencia de la conocida Alquería de la Tranca, el aparcero Visente Culocaliente mantiene una conversación subida de tono con dos jornaleras a las que pretende seducir.

Visente: Che, vosotras tenéis que haser lo que yo vos diga, ¿vale? Mirad, chiquetas, que yo tengo musho, pero que musho poder. No soy el amo de l’Alqueria, pero como si lo fuera. A mí no me tose ni el burro, y eso que esta propiedad es conocida por la tranca del animal. Por eso se llama l’Alqueria de la Tranca.
Empleada 1: Ay, qué picarón.
Empleada 2: Uy, pero qué dice usted, don Visente…
Visente: Lo que yo os diga. Soy como Dios. ¿Qué digo? Soy mejor que Dios y mi tranca es mi evangelio.
Empleada 1: Ay, qué picarón.
Empleada 2: Uy, pero qué dice usted, don Visente…
Visente: Para que lo sepáis, yo siempre aplico las cuatro reglas. ¿Sabéis cuáles son?
Empleada 1: suma, resta, multiplicación y división.
Empleada 2: sumar, restar, multiplicar y dividir.
Visente: Pues no, no son ésas. Las cuatro reglas son: paso de buey, ojo de lince, diente de lobo y cara de bobo.
Empleada 1: Ay, qué picarón.
Empleada 2: Uy, pero qué dice usted, don Visente…
Visente: Ací mane jo. (Les da una palmada en los respectivos culos a las empleadas).
Empleada 1: Ay, qué picarón.
Empleada 2: Uy, pero qué hace usted, don Visente…
Visente: No sabéis la cantidad de mujeres que hay enamoradas de mí… y eso sin contar los otros siete continentes. A ver, poneos mirando a Picanya.
Empleada 1: Uy, pero qué dice…
Empleada 2: ¿Qué se propone don Visente?
Visente: Voy a sacar la escopeta.
Empleada 1: ¿Nos va a matar?
Empleada 2: ¿Tiene licencia de armas, don Visente?
Visente: Yo no necesito licencia. Ací mane jo. Yo tinc molt de poder, chiquetes, molt de poder. Y ahora, vamos a hacer una película.
Empleada 1: ¿Una película? ¿de vaqueros y de indios?
Empleada 2: ¿Y como se titulará?
Visente: “El miracle de Sant Vicent en l’Alqueria de la Tranca”.
Empleada 1: Un poco largo, el título, ¿no, don Visente?
Empleada 2: ¿Y levantará el dedo, como el santo?
Visente: Levantaré la escopeta, chiqueta. Mira, mira…
Empleada 1: Uy, pero si es como San Visente.
Empleada 2: Sí, mira, como el dedo del santo.
Visente: Ahora os dais un refregón las dos, a ver si la escopeta se pone a tono o habrá que engrasarla.
Empleada 1: Ay, qué picarón.
Empleada 2: Uy, pero qué dice usted, don Visente…
Visente: Ahora os sentáis ahí, en el remolque del tractor, y cruzáis las piernas de aquí para allá, y luego al revés, enseñando el potorro.
Empleada 1: Pero, ¿cómo vamos a enseñar nada, si llevamos refajo?
Empleada 2: Yo, además del refajo, llevo leotardos, que con estos fríos…
Visente: Nada, nada, aquí mando yo. Que jo tinc molt de poder, chiquetes. Ahora jugaremos a la garrofera, que es lo que me la pone dura y ‘chorretosa’.
Empleada 1: Ay, qué picarón.
Empleada 2: Uy, pero qué dice usted, don Visente…
Visente: Yo seré la garrofera y vosotras dos de mis ramitas.
Empleada 1: ¿Y qué hacen las ramitas?
Empleada 2: Eso, eso, ¿qué hacen las ramitas?
Visente: Las ramitas… no sé… pues cuando hace viento se agitan, pero siempre están cogidas al tronco.
Empleada 1: ¿Al tronco…?
Empleada 2: ¿… o a la tranca?
Visente: A la tranca, queridas, a la tranca, que estamos en l’Alqueria de la Tranca.
Empleada 1: ¿Y cuándo termina el juego, don Visente?
Empleada 2: Ya puede sacar el dedito, digo la escopeta, señorito.
Visente: Os habéis portado bien, ramitas mías. Os voy a hacer un regalo. ¿Tenéis vídeo en casa? ¿Sí?, pues aquí tenéis dos películas en VHS: El padrino y Emmanuelle blanca en l’Alqueria de la Tranca.

El sátrapa de Burjassot


Desde el lupanar de rica miel.

1 comentario:

Sulo Resmes dijo...

ja ja ja ja ja ja .... mu güeno!!!